En el contexto del acelerado ritmo del mundo actual, el estrés y la falta de sueño son problemas comunes a los que muchos se enfrentan a diario. Ambos factores pueden afectar de manera significativa al aspecto de la piel, lo que provoca un envejecimiento prematuro y otros problemas. Este artículo analiza cómo el estrés y la falta de sueño afectan a la piel, de modo que contribuye a la aparición de arrugas, la pérdida de elasticidad y la falta de brillo. Asimismo, destaca las soluciones, como los cambios en el estilo de vida y los tratamientos no quirúrgicos, como la radiofrecuencia monopolar de Solta Medical, que ayudan a rejuvenecer la piel y devolverle su luminosidad.

Cómo afecta el estrés a la piel

El estrés crónico tiene un impacto perjudicial sobre la piel debido a la liberación de hormonas del estrés, como el cortisol, que puede provocar un deterioro de la función cutánea. Los niveles elevados de cortisol debilitan la barrera cutánea, lo que aumenta la pérdida de agua y provoca sequedad y un cutis apagado. El estrés también contribuye al daño oxidativo, que descompone el colágeno y acelera el envejecimiento cutáneo [1, 2].

El estrés también afecta a la microbiota cutánea, la comunidad natural de bacterias que protege la piel. Cuando esta microbiota se ve alterada, puede provocar problemas en la piel, como en las funciones inmunitarias, y afectar tanto a la progresión del acné como al incremento de la sensibilidad [3]. Estos efectos se agravan en los entornos urbanos, donde los contaminantes interactúan con la piel estresada, de manera que debilita aún más sus defensas [2].

El impacto de la falta de sueño en la salud de la piel

Dormir lo suficiente es importante para la reparación y regeneración de la piel. Durante el sueño, las células de la piel se recuperan de la exposición diaria a los rayos UV, la contaminación y otros factores ambientales. La falta de sueño interrumpe este proceso de recuperación y puede favorecer la aparición de signos de envejecimiento como líneas de expresión, arrugas y pigmentación irregular. Las investigaciones indican que las personas que duermen mal presentan un aumento de la pérdida transepidérmica de agua (TEWL) y una disminución de la elasticidad cutánea en comparación con las que duermen bien [4, 5].

Un efecto visible del sueño insuficiente es la aparición de ojeras, que se debe a una mala circulación y a una mayor retención de líquidos alrededor de la zona ocular [6]. La privación de sueño a largo plazo también está relacionada con una menor hidratación de la piel y una función de barrera más débil, lo que la hace vulnerable a los daños medioambientales [4, 7].

Soluciones para controlar el estrés y mejorar la calidad del sueño

  1. Técnicas para el manejo del estrés: prácticas como la meditación consciente, los ejercicios de respiración profunda y la actividad física regular pueden ayudar a reducir el estrés. Estas actividades pueden contribuir a reducir los niveles de cortisol [3].
  2. Implementación de una rutina para irse a la cama: acostarse y levantarse a la misma hora cada día puede ayudar a regular el ritmo circadiano del cuerpo, que es crucial para un sueño reparador y el estado de la piel. Evitar las pantallas al menos una hora antes de acostarse puede mejorar aún más la calidad del sueño al reducir la exposición a la luz azul, que altera la producción de melatonina [5].
  3. Hidratación y dieta equilibrada: beber suficiente agua y seguir una dieta rica en antioxidantes puede ayudar a la piel a mantener su elasticidad y resistencia. Los alimentos ricos en vitaminas C y E, como frutas, verduras y frutos secos, favorecen la producción de colágeno y ayudan a proteger la piel del daño oxidativo [6].

Rejuvenecimiento de la piel con tratamientos no quirúrgicos

Para quienes buscan ayuda adicional para revertir los efectos del estrés y la falta de sueño, pueden ser beneficiosos los tratamientos no quirúrgicos como la radiofrecuencia monopolar de Solta Medical. Esta tecnología utiliza calor controlado para estimular la producción de colágeno, de modo que ayuda a tensar la piel y mejorar su elasticidad. A diferencia de las opciones quirúrgicas, no requiere tiempo de recuperación, por lo que es ideal para personas que disponen de poco tiempo libre [8, 9].

La radiofrecuencia monopolar actúa mediante la administración de energía en las capas más profundas de la piel para favorecer la contracción y producción de colágeno con el tiempo. Como resultado de este proceso, la piel adquiere un aspecto más firme y joven. Los estudios demuestran que los pacientes experimentan mejoras inmediatas en la firmeza de la piel, con beneficios continuos en los meses siguientes al tratamiento [8, 9].

Elaboración de una rutina de cuidado de la piel para combatir los efectos del estrés y la falta de sueño

  1. Utilice una crema hidratante: una crema hidratante de calidad puede ayudar a restaurar la función de barrera de la piel, de manera que reduce la TEWL y mantiene la piel hidratada. Busque productos con ingredientes como el ácido hialurónico, que ayuda a fijar el agua a la piel, y las ceramidas, que ayudan a reforzar la barrera [6].
  2. Utilice antioxidantes: los sérums que contienen vitaminas C y E, niacinamida o extracto de té verde pueden combatir los radicales libres debidos al estrés y a la exposición ambiental, ayudando a preservar el colágeno de la piel y a prevenir las arrugas [5].
  3. Realice una limpieza suave: los limpiadores agresivos pueden eliminar de la piel sus aceites naturales y así debilitar aún más la barrera. Utilice un limpiador suave e hidratante para eliminar las impurezas [3].

Combinación de cambios en el estilo de vida y tratamientos profesionales

El estrés y la falta de sueño son difíciles de evitar por completo, pero si se realizan ajustes conscientes en el estilo de vida y se incorporan tratamientos como la radiofrecuencia monopolar, se puede mejorar el estado de la piel. Este enfoque integral aborda tanto los factores internos como externos que contribuyen al envejecimiento de la piel para que pueda mantener un aspecto fresco y joven.

Referencias
  1. Oyetakin-White P, Suggs A, Koo B, Matsui MS, Yarosh D, Cooper KD, Baron ED. Does poor sleep quality affect skin ageing? Clin Exp Dermatol. 2014;39(5):705–710.
  2. Duarte M, Pedrosa SS, Khusial PR, Madureira AR. Exploring the interplay between stress mediators and skin microbiota in shaping age-related hallmarks: A review. Mech Ageing Dev. 2024;220:111956.
  3. Chen Y, Lyga J. Brain-skin connection: stress, inflammation and skin aging. Inflamm Allergy Drug Targets. 2014;13(3):177-90.
  4. Lee CM, Watson REB, Kleyn CE. The impact of perceived stress on skin ageing. 2019;33(9):15865.
  5. Matsui MS, Pelle E, Dong K, Pernodet N. Biological rhythms in the skin. Int J Mol Sci. 2016;17(6):801.
  6. Shao L, Jiang S, Li Y, Shi Y, Wang M, Liu T, et alii Regular late bedtime significantly affects the skin physiological characteristics and skin bacterial microbiome. Clin Cosmet Investig Dermatol. 2022;15:1051–1063.
  7. Jang SI, Lee M, Han J, Kim J, Kim B. A study of skin characteristics with long-term sleep restriction in Korean women. Skin Res Technol. 2019;25(5):837–843.
  8. Fitzpatrick R, Geronemus R, Goldberg D, Kaminer MS, Kilmer SL, Ruiz-Esparza J. Multicenter study of noninvasive radiofrequency for periorbital tissue tightening. Lasers Surg Med. 2003;33:232–42.
  9. Solta Medical, 2009. Report on Gazelle Clinical Study 09-100-GA-T ‘Validation of the Thermage 3.0 cm2 STC and DC Frame Tips, Comfort Software and Vibration Handpiece on the Face and Thighs’ (#09-019ER).